Aqui los judíos llegaban engañados comprando unos billetes de tren que les llevaban supuestamente a empezar una vida mejor, fuera de los gettos y les permitían llevar 25 kilos de equipaje, el transporte, en vagones como el de la foto, sin baño, ventilación o asientos entraban unas 100 personas por vagón. Al llegar a Birkenau, les separaban en hombres por un lado y mujeres y niños por el otro, todos dejaban sus equipajes en el anden, ya que supuestamente luego se los llevarían a sus barracones, después un médico separaba los hombres capaces de trabajar de los que no (un 5-10%) y el resto de hombres, mujeres, ancianos, enfermos y niños iban a darse una ducha, antes de irse a los barracones. Destacar hasta que punto iban engañados, ya que en los "vestuarios" (antesalas de las cámaras de gas) había bancos, perchas y se les pedía que recordarán bien el número del lugar donde dejaban su ropa para cuando salieran de la ducha.
Promesas de vida nueva, esperanzas, controles médicos, servicio de equipajes y duchas, no había razón para continuar sin miedo. Lamentablemente las duchas, eran de mentira y todos conocemos el final de esta historia.
Lo más destacable es la extensión de los campos y el hecho de pensar que la capacidad de 100.000 personas en los barracones pertenecían a ese 5-10% de personas que podían trabajar, el 90-95% restante moría nada más llegar, a ritmos de hasta 6.000 personas al día.
Sobran las palabras...
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